Viniendo de Playas de Tecate miramos a California
escupiendo
ceniza / polvo
como un borracho ardiente
Santa Bárbara en llamas sobre un lecho de piedras
entre movedizas ondas de vapor
El humo tapaba al sol en Running Springs
resina, hierba, flores y pájaros
achicharrados
Como mirar a Cindy Crawford entristecida
su rostro manchado de hollín
emanando un postrero y lujurioso suspiro
Miré
los palacios
caprichosos en los cañones escarpados
desplomándose entre el fuego
el agua chorreando del apurado traqueteo de los helicópteros
Veníamos de Tecate a California
y nos quedamos mirando la escena
de esas almas en ascuas al borde del averno
destapando latas de cervezas
Quizás era un presagio que no supe esclarecer
Un jaguar repleto de porcelana era conducido
por un ave del paraíso
que exhalaba un perfume
que no alcanzamos a aspirar
por el tufo amargo de los vientos de Santa Ana
Solo puedo, decir con Cortazar:
ResponderEliminarNo pregunto por las glorias ni las nieves,
quiero saber dónde se van juntando,
las golondrinas muertas,
adónde van las cajas de fósforo usadas.
Por grande que sea el mundo
hay los recortes de uñas, las pelusas,
los sobres fatigados, las pestañas que caen.
Adónde van las nieblas, la borra del café,
los almanaques de otro tiempo?
Pregunto por la nada que nos mueve;
en esos cementerios conjeturo que crece
poco a poco el miedo,
y allí empolla el Roc.
Gracias, Roxana, por decirme con este poemna de Cortázar que el mío no te gusta
ResponderEliminarComo puedes decir que dije eso? Al contrario, solo que no lo podia decir con mis palabras... geografías que juntan, dicen y pesan.
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